Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

No estaba muerto. Isabel Vega 3ºA

 

Ese viaje fue el más raro de mi vida. Estaba en el avión destino Nueva York. Iba por la mitad del trayecto cuando surgió. Yo estaba dormida, pretendía estarlo la mayor parte del tiempo. Pero no me imaginaba que fuera a…soñar. En mala hora tuve un sueño, no pensaba que me iba a pasar esto. Me puse mis cascos con música relajante, para conseguir el sueño más rápido. Una vez dormida, empieza el típico sueño en el que crees que no va a pasar nada, pero siempre pasa. Eran las ocho de la mañana, me encontraba en la cama, recién despierta. Me sonó el móvil, me levanté corriendo a cogerlo. Era mi hermana, me llamaba preocupada por su perro. Se había puesto muy malo durante la noche, y no sabía qué hacer. Le dije que llamara a un veterinario para que fuese a su casa. Yo también iba a su casa para esta con ella y tranquilizarla. Llegó el veterinario, enseguida le indicamos donde se encontraba el perro. Mi hermana le explicó lo sucedido. Dejamos solo al chico para que pudiera trabajar mejor. Al cabo de unos minutos, se acercó a donde estábamos. Nos explicó que no se podía hacer nada, el perro tenía una enfermedad que iba a acabar con él en unas horas.

No dejamos solos al perro durante toda la tarde, pero cuando nos acercamos a su lado, el perro no se movía, y había dejado de respirar. Mi hermana empezó a llorar. La calmé. Al cabo de unas horas regresé a mi casa. La imagen del perrito me vino a la cabeza y me derrumbé. Empecé a llorar, e incluso gritaba ¡no estaba muerto! Hasta que me desperté gritando en el avión y todos los viajeros mirándome. Estaba súper avergonzada. Menos mal que solo quedaba media hora de vuelo.

 

LEYENDA:

- mis cascos (Complemento directo).

- La calmé (Complemento indirecto).

- de la mañana, corriendo (Complemento circunstancial).

- Ese viaje fue el más raro de mi vida (Sintagma predicativo).

- de mi vida (Complemento de régimen).

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