Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Ese extraño vecino del quinto. Dunia Oliva. 4ºA


 "ESE EXTRAÑO VECINO DEL QUINTO"

<<Eran las cinco de la tarde. Este dato suele resultarle indiferente a la mayoría de personas que leen o leerían esto, pero Noah no forma parte de ellas. Bueno, comienzo:

Eran las cinco de la tarde de un lunes y Noah volvía a casa después de una dura y larga jornada laboral. No sabía cómo se sentía, ya suspiraba ya bostezaba… Y es que hacía aproximadamente dos semanas que su nuevo vecino del quinto hacía ruidos extraños cada día sobre las cinco de la tarde. Se oían voces de personas y maullidos de gatos que parecían temer a este señor. Noah siempre se ha considerado un hombre valiente, aunque ésta situación le hacía dudar sobre la existencia de su vecino y esto le asustaba. Tenía que elegir entre soportarlo toda su vida o en entrar a su casa, observando así cuál sería el verdadero significado de los extraños ruidos provocados. Optó por tocar el timbre y esperar. Acto seguido, se abrió la puerta con un chirrido peculiar, es decir, alguien se había aproximado a ella y había puesto su mano sobre el pómulo, girándolo y llevándolo hasta su propio cuerpo. >>

Esto fue, al menos, lo que leí esta mañana en el periódico. Todo el edificio comenta la desaparición de Noah, o sea que algo debió de haber ocurrido en el momento en que se adentró a la casa de su vecino. De este hombre sólo se sabe que se fue de la ciudad. Circula en bocas de mucha gente que cada vez que obtiene una presa, se muda a otro lugar, en busca de más personas, cuyas guiadas por su curiosidad, sean capaces de tocar el timbre y esperar que el extraño vecino del quinto les de paso a su casa.

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