Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

El extraño vecino del sexto. Cristina Castellano Díaz.

Era un día como cualquier otro entre semana, y acababa de llegar a casa del trabajo. Era un día agotador, en la oficina hubo mucho papeleo y en casa, no había nadie.

Decidí llamar a mis compañeras de piso, pero ninguna me cogía el teléfono. Cuando de repente, y sin haberme percatado anteriormente, empecé a escuchar música.

Estuve prestando atención pero no conseguía percibir desde donde venía, así que decidí dar un pequeño paseo por el edificio para ver de dónde venían los ruidos, y para hacer tiempo hasta ver si llegaban mis compañeras.

O mis compañeras se habían ido de fiesta, o bien cogieron "cola" para llegar a casa.

Empecé a andar por el edificio en busca del lugar desde el cual venía la música. Cuando me quise dar cuenta, estaba en el sexto piso. ¿En el sexto? ¿Desde cuándo estaba esa planta?  

En el ascensor solo habían cinco botones que indicasen plantas, es decir, o el botón se rompió o esta planta era nueva; y para más sorpresa había una sola vivienda, y lo normal eran tres por planta.

Decidí tocar, y preguntar. Llamé varias veces a la puerta, pero nadie contestaba.

 Cuando estaba decidida a marcharme, una voz infantil, me indicó que podía pasar; y como no, pasé. Al entrar, no vi a nadie, solo un extraño sillón marrón, en medio del salón.

Oía una voz que me hablaba, es decir que allí había alguien.

Varias veces, sentí a alguien cerca de mí, pero en ningún momento vi a nadie. Dispuesta a marcharme, empezaron a llamar a la puerta, pero ya nadie respondía. Cansada de esperar, decidí marchar. Llamé al ascensor, y vi un botón inservible que indicaba sexta planta no habitable. Desde ese entonces, no he vuelto a pasar de la cuarta planta.

 

ORACIONES COORDINADAS COPULATIVAS.

ORACIONES COORDINADAS DISYUNTIVAS.

ORACIONES COORDINADAS ADVERSATIVAS.

ORACIONES COORDINADAS EXPLICATIVAS.

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