El "cómilus oníricus" es un parásito que se aloja en animales de toda clase, aunque tiene una especial predilección por el ser humano.
Construye su guarida en algún lugar de la mente de su huésped, alimentándose de su imaginación, sueños y aspiraciones, dejando a la víctima en un estado de indolencia y apatía hasta que decide marcharse, si es que llega a hacerlo.
Podemos afirmar que sus características físicas son indefinidas, ya que en cada una de las ocasiones en las que ha podido ser visto presentaba una forma corporal distinta. Se cree que su aspecto varía en función de la mente del individuo en el que se aloja, fundamentándose esta idea en el hecho de que no existen dos mentes idénticas.
A pesar de que este ser se alimenta de sueños, él mismo delata su presencia mediante visiones nocturnas mientras su víctima duerme, siendo esta la única forma conocida de avistarlo. En estas visiones (que sólo se producen en la mitad de los afectados) se puede apreciar que su cuerpo, independientemente de su forma, es de color violeta y tiene una apariencia vaporosa. Muestra un comportamiento torpe e inocente.
Al no saberse si habita en el mundo real, no se ha encontrado aún ninguna forma de protegerse de este parásito, sin embargo, los expertos recomiendan desarrollar unas fuertes capacidades mentales que no pueda atacar.
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