Tu destino.Aridane Ortega Santiago.Gran canaria

Erase que se era, y no era muy pronto, que digamos, un día, a
medianoche,salió un joven a pasear.Era el típico muchacho moreno, de
ojos marrones, que siempre ves por la calle, pero no te importa quien
carajos es.Como iba diciendo, este muchacho salió aquella noche con
sus amigos,para ir de acampada.Iban llegando, cuando derrepente se oyó
un ruido fortísimo, que no eran más que las ramas de un árbol que se
había tronchado por el viento, pero él se asustó mucho, tanto, que
corrió hacia el bosque él solo,y,para cuando quiso darse cuenta, se
había perdido.El muchacho intentó encontrar una salida urgentemente y
finalmente encontró una senda,maltrecha,sí,pero una senda al fin de al
cabo.Decidió seguirla, sin saber realmente a donde llegaba, finalmente
el camino acababa en una mansión(o lo que quedaba de una...), le dio
miedo, pero como hacía frío y empezaba a llover , se decantó por pasar
ahí la noche.Por dentro era increíblemente grande (y polvorienta),
pero para él, lo importante era buscar un sitio donde poder
dormir.Primero encontró una cocina,polvorienta y vieja, aprovechó esto
y busco algo comestible, pero lo único que encontró fue una lata de
melocotón en almíbar.......caducado hace 53 años...(obviamente la dejó
en su sitio..).Luego encontró los lavabos y más adelante, una sala
llena de espejos(eran tres, pero para él era una sala llena de
espejos), se miró en uno y empezó a hacer morisquetas, como hace todo
el mundo enfrente de un espejo....Investigando un poco , se fijó en
que uno de los espejos ponía "hace mucho tiempo" y se veía una
persona,con una vestimenta muy antigua,arreglándose en el espejo. En
el de al lado ponía, "actualidad", y se vio a si mismo haciendo
morisquetas....Finalmente en el de al lado ponía "tu destino" y se
veía un esqueleto en lugar del niño.....El joven, asustado, como nunca
lo había estado, huyó de esa tétrica mansión.....cuando huía , paso de
largo un cartel , que ponía "casa del terror del parque de
atracciones "Freezeland" "..... y así concluye la historia sobre el
miedo que tiene la gente al destino, y lo rápido que intentamos huir
de él.