Una tarde cualquiera.Zaira González Quesada

Llegué a mi casa a las dos y cuarto del medio día,venía cansada y de mal humor del instituto,no había sido un buen día. Los profesores habían pasado el día diciéndonos nuestras notas de evaluación y las mías no eran las mejores. Me dirigí a la cocina de mi casa a servirme un plato de comida,tocaba tortilla...no estaba mal.Decidí acostarme haber si despejaba la mente un poco pero no podía dormir,mas bien lo que no podía era relajarme,tenía mucho encima.Desperté a las cuatro,con el olor a café entrándome por las fosas nasales y escuchando a mi padre decir a mi madre ''¿Quieres un café?''. Seguí a lo mío,me levanté y me miré al espejo,no podía creerlo.Mis ojos estaban exageradamente hinchados.No me extrañaba,había dormido demasiado. Fui al recibidor o sala de estar a ver mi serie favorita y allí me volví a quedar dormida,poco a poco. Cuando abrí los ojos miré el reloj,las seis de la tarde.Espera,LAS SEIS DE LA TARDE.Era hora de sacar al perro,dicho y hecho.Al volver necesitaba darme una ducha y fue justo lo que hice,una ducha relajante de casi cuarenta y cinco minutos. Me quedé a gusto y tenía hambre pero era un poco tarde para merendar y un poco pronto para cenar así que esperé. Siete de la tarde, veía venir a mi madre para restregarme en la cara ''Esta tarde no te he visto estudiando''. Tenía ganas de decirle ''¿Para qué?¿Para perder el tiempo?'' pero me controlé y le dije ''Es verdad,pero déjame,es final de evaluación.¿qué importa?'' y la vi alejándose por el pasillo haciéndome burlas. Al fin llegó la hora de cenar, espaguetis.Estaban buenos,como siempre. Vi un rato la tele,miré unos vídeos en Youtube y me fui a dormir antes de las diez,algo muy raro en mí. Lo dicho, una tarde cualquiera.