Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

Una tarde cualquiera. MªDel Pino Alemán Castellano.

 

Una tarde cualquiera

El viernes en clase, le dije a mi pareja para quedar el sábado por la noche, para ir a dar una vuelta al muelle de sardina. Hacía tiempo que no quedábamos los dos solos siempre nos acompañaba alguien, tanto porque fueran invitados por mí o por él; así que decidí salir los dos solos por un momento y contarnos todo lo que no nos habíamos contado y porqué estábamos tan apartados últimamente.

Pero ese mismo día me entero de que a mi novio le gustaba otra, esta era mi mejor amiga, yo tardé en creérmelo, pero entre clase y clase me lo demostraba cada vez más. Entonces hablé con ella y le pregunté si era verdad lo que me habían contado, ella me dijo que sí, pero que no estaban saliendo, solo que se lo hubiera confesado esa misma mañana en la universidad, pero que no había pasado nada más. Esto me tranquilizó un poco, pero no significa que no se fuera a llevar el  restregón por lo que había hecho.

Yo quería ver cuáles eran sus intensiones, entonces decidí ir a la cita sin más como si nada hubiera pasado y si me lo confesaba saltarle yo. Pues así fue hicimos como en otra tarde cualquiera en la que sales con tu pareja sin más, aunque más distanciados por parte de los dos. Me encontraba fatal, pero no era capaz de demostrárselo, ya que en el fondo lo quería a pesar de lo que hubiera hecho.

Al final de la noche me lo dijo, yo me enfadé mucho, le rebelé entre lágrimas lo que pensaba. Y estuve evitándolo durante largas semanas en la universidad. Hasta que él se acercó un día y me dijo que sus intensiones no era hacerme daño sino probar a ver si funcionaba. Así que lo perdone, y seguimos siendo amigos, aunque un poco más distanciados.

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