Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

Patricia Cabrera Moreno.

            Justo encima de mí.

Iba un tarde corriendo por la calle como las locas, llegaba tarde a recoger a mi hermana, así que no miraba sino adelante. Pero me llamaron y me di la vuelta, y me estampe con un chico que iba en bici… y justo calló encima de mí. Yo estaba avergonzadísima, el pobre se había caído por mi culpa, y encima tuvo la mala suerte de caer encima de mí. Se le veía muy avergonzado, se levanto y me ayudo a levantarme, enseguida me disculpe, le pregunte que si estaba bien, y que si le había pasado algo a la bici. Él me contesto que no pasaba nada pero que tuviera más cuidado cuando iba por la calle y que mirara para adelante que seguro que así no tendría tantos accidentes, que él solo tenía unos pequeños golpe, y bueno… su bici pues la pobre termino destrozada…yo me comprometía comprarle una nueva(aunque me fuese a gastar todos mis ahorros en ello), le dije que viniera ha aquel mismo sitio, a las seis de la tarde y que iba conmigo y yo se la compraba. No le deje ni contestarme vi la hora y volví a salir corriendo. Claro esta mi hermana se había enfadado por llegar tarde pero no pasaba nada no se lo reprochaba, ya que yo también me hubiera enfadado.

A la mañana siguiente abrí mi caja fuerte y saqué casi todos mis ahorros, y me fui a comer con una amiga mía. Le conté lo que me había pasado y se empezó a reír de mí, y me dijo que no le extrañaba nada que me hubiera pasado algo como eso, que ya estaba acostumbrada a que fuera una patosa, yo solo me podía reír porque sabía que era verdad.

A las seis en punto estuve en el lugar de accidente, el chico llegó cinco minutos después, pero llegó con otra bici nueva. Me dijo que gracias a mi y al accidente que provoque le ayude para librarse de su vieja bici, y su madre le había comprado otra nueva, yo estaba alucinando, pero bueno como me sentía mal le dije de ir a tomarnos un helado que yo invitaba él acepto, nos lo tomamos y a partir de ahí nos hicimos muy amigos.

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