Justo encima de mí
¿Tan difícil es de comprender que quiero que estés cuando te digo ¡vete!, que quiero que me comas a besos cuando aparto mi boca de la tuya, que no quiero que me tomes de la mano... sino que me agarres y no me sueltes?
¿Tan complicada soy de entender?... sólo pido que cuando yo más me derrumbe o me hunda tú más me subas a flote, que cuando me enfade, me irrite, me ponga borde, sarcástica, "simpática"... cuando más te grite y no te deje ni siquiera hablar me mires y que me cayes con un beso, con dos, con tres... con los que haga falta; hasta que yo misma haya olvidado el motivo de mi enfado.
Pido poco... piénsalo.
Sólo quiero que se te pasen las horas mirándome, que hagas que por cada suspiro que se me escape de la boca, te quiera un poquito más.
Que me hagas llorar, pero de risa... que me hagas sentir la necesidad de mirarte, de tocarte o rosarte aunque no quiera... aunque no deba.
Hazme sentir que sólo estás aquí por mí, que eres único y exclusivamente para mí, que no hay nadie más como yo, que aunque no tuvieras nada que ofrecer lo darías todo por esto... por lo nuestro, por lo que estamos viviendo.
Hazme sentir la mujer más afortunada del mundo.
Que si fuera necesario, tú, sin pensarlo dos veces, lo prometerías todo a cambio de tenerme junto a tú siempre... como la primera vez.
Todo esto es lo que quiero... y aún hay más, mucho más... pero siento que todo lo demás tan sólo vendrá con el tiempo.
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