Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Justo encima de mi. Amanda Melián Santana. Gran Canaria

Justo encima de mi 

Era una larga, aburrida y calurosa tarde de verano. Aburrida sin saber que hacer, cogió todo aquello que necesitaba y se dirigió a la playa. A estas horas, casi nadie rondaría por la playa, cosa que le gustaba mucho, ya que así podía estar tranquila, relajarse y disfrutar.

Al llegar, tendió su toalla en la dorada arena y se tumbó en ella. Sacó su libro y encendió su reproductor. Leer, mientras escuchaba música la relajaba, no había otra cosa en el mundo que lo hiciera tanto.
De vez en cuando, alzaba la vista y observaba el paisaje: niños sorteando olas y gritando alocadamente, chicos que jugaban al voleibol para impresionar a las chicas que tenían al lado, una pareja de enamorados sonriendo como dos bobos,...
Le gustaba mirar todo aquello que la rodeaba. Ella pensaba que todo eso, cada cosa, cada persona, cada comportamiento, tenía su historia, su propia historia, única y especial, por ejemplo: en el caso de los dos enamorados, cómo se habían conocido, por que se gustaban, por que eran tan dulces el uno con el otro...
Y así con todo.
Bajó
 una vez más, la vista hacia su libro y continuó leyendo. Desde pequeña le había encantado leer, libro que cogía, libro que leía y así, una, otra, y otra vez.
Al igual que con lo anterior, siempre imaginaba como continuaban las historias de todos aquellos libros a partir de su final, por que ella estaba segura de que no podían tener ese final, que no se podían dejar así. Así pues, se los inventaba, los modelaba como ella quería, añadía más personajes, hasta tal punto, que ella formaba parte de todas esas historias y se creaba su propio mundo, pero eso, eso es otra historia.
Al levantar la vista por última vez, pudo comprobar que ya había anochecido, debía volver a casa. 
Cuando estaba recogiendo sus cosas, alzó la vista al inmenso cielo estrellado y tuvo la suerte de ver una maravillosa lluvia de estrellas. Miles y miles de estrellas fugaces, pasando una tras otra sobre ella. Se quedó observando un buen rato, contemplando con verdadero interés lo que estaba pasando ante sus ojos. Al rato, la lluvia había cesado, pero ella seguía mirando, la verdad, lo que acababa de presenciar, era mágico, único e increíble, y se sentía realmente especial por ello.
Finalmente, decidió marcharse, pero lo hizo lentamente, y todo el trayecto que había hasta su casa, ella, en su mente tan solo se repetían una y otra vez la misma frase " Justo encima de mí". Todavía no podía creer lo que había visto.

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