Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

El Citopeco / Yumara Padrón Martín

Mis amigos y yo estábamos esperando a Lucas en el parque que está cerca de mi casa. Lo vimos venir a lo lejos, así que le hicimos señas para que nos viera. Cuando llegó a donde estábamos sentados nos empezó a preguntar que si sabíamos que era un citopeco. Nosotros extrañados le dijimos que no teníamos ni idea de lo que podría ser. Pues nada, seguimos charlando, no le dimos importancia alguna. Ya eran las siete y media de la tarde, yo me tenía que ir pronto a casa, tenía que estudiar. Nos despedimos y cada uno se marchó para su casa. Cuando llegué, mis padres ya me estaban esperando en la cocina para cenar. Nos pusimos a hablar un poco de todo y salió el tema del Citopeco. Les dije a mis padres que mi amigo Lucas nos lo había dicho hoy en el parque y nosotros nos quedamos pensativos. Mi madre me dijo que también les había escuchado ese nombre a sus compañeras de trabajo, pero no le hizo mucho caso, siguió a lo suyo. Terminamos de cenar, yo me fui corriendo para mi habitación a estudiar y mis padres se quedaron recogiendo la mesa. Cogí los libros, me acosté en la cama y me puse a estudiar. Al cabo de un rato ya me lo había aprendido todo, ya que tenía muy buena memoria. Fui a lavarme los dientes para acostarme que ya eran las diez. A la mañana siguiente, me levante luego como todos los días para ir a clase.  Me vestí, desayune y me preparé un poco más el examen. Cuando llegué al instituto, estaban todos mis amigos esperándome para contarme algo. Mientras íbamos para clase, Raúl y Lucas me preguntaron que si todavía no sabía lo que era el Citopeco. Les dije que no. Sonó el timbre, así que tuvimos que irnos cada uno a nuestras aulas. Llegó la hora del recreo, fui a la cafetería a comprar algo para comer cuando vi que se me acercaba Lorena, la chica que me gusta. Me preguntó si tenía algún plan para mañana y le dije que no tenía nada que hacer, así que me propuso quedar en el CITOPECO. Yo extrañado le pregunté que era el citopeco. Ella soltó una pequeña risa y me dijo que era un restaurante nuevo que habían hecho por su calle. Yo me sonreí y dije: ¡Ah era eso! Lorena me dijo que quedábamos al salir de clase, que la esperase. Fui corriendo a donde estaban mis amigos y le conté lo que había pasado. Se rieron y decidimos quedar hoy después de clase para ir a ver el famoso Citopeco. Nunca se me olvidará ese nombre, es el lugar donde voy a quedar con la chica que me gusta.

 

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