Cuando suene el telefono.
Eran apróximadamente las dos de la tarde y el tiempo era bueno,calor en la calle pero fresco en casa.Eran los últimos días de verano y apenas corría una brisa.Yo estaba en el patio de la casa sentada con mi abuela mientras ella hacia ganchillo,la observaba.Tenía mucha paciencia,y a mí esa paciencia me daba tranquilidad. La casa estaba en silencio,sólo se escuchaba el maullido de los gatos pasando entre mis canillas y sus cascabeles. Había un gato blanco de ojos azules que siempre estaba allí,acostado a los pies de mi abuela,como un soldado,sólo que más comodo,se llamaba Suli pero eso ahora no importa. Yo a ratos subía la mirada al cielo y cerraba los ojos,me encantaba que me diera el sol en la cara,me daba sueño y energía a la vez.Decidí echarme una siesta.No quería ir pero era lo obligatorio en casa de mi abuela despues de un almuerzo.El motivo de no querer ir a echarme una siesta era que mi abuelo estaba apunto de morir,ya sus huesos no daban para más y quería permanecer al tanto de todo,sin que mi abuela se sintiera responsable. Le supliqué que me dejara allí,que era ella la que debía descansar,pero no me hizo caso,me obligó a descansar la comida con un ''No te preocupes hija,yo te avisaré cuando suene el telefono,porque cuando suene el telefono todo habrá terminado''. Al levantarme despues de tres horas de siesta,el telefono aun no había sonado.Mi abuelo seguia teniendo esperanzas...
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