Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

El secreto. Raquel Henríquez Monzón. Gran Canaria

Todo ocurrió en un pueblo a las afueras de California. Había ido allí
por una beca para la universidad. Estaba muy ilusionada por esa beca.
Era mi puerta hacia el futuro. Mi futuro.
Me acuerdo que llegué un 29 de abril, por la mañana. Era muy temprano
así que llegue al hotel y me acosté a dormir. Cuando me desperté vi
una sombra alejarse por el pasillo. Me levanté y fui tras ella. Me
pareció ver una especie de monstruo verde con tentáculos y ojos rojos.
Me froté los ojos y cuando volví a mirar era la señora de la limpieza.
La salude y le conté que la haba confundido con una especie de
monstruo. Nos reímos y luego ella se fue a seguir con su trabajo. Me
dirigí al baño y pise una extraña sustancia que sentí pegajosa y
liquida. Mire a mis pies y era como una especie de baba caliente. Me
provoque tanto que vomite allí mismo. Después de eso seguía sin saber
de donde había salido esa cosa. Cuando llegue estaba todo limpio,
pensé. Estuve un tiempo reflexionando cuando llegue a la única
conclusión de que alguien tenia que haber entrado en el cuarto
mientras yo estaba durmiendo. Luego recordé haber visto una especia de
monstruo parecido a un pulpo y luego ver a la señora de la limpieza.
Pensé, no, estoy loca, como pude pensar que había alguna relación
entre la mujer y esa cosa. Pero era lo único que sabia, así que me
puse a investigarla.
Cogí mis cosas, las metí en el bolso y salí en su busca. Salí de mi
habitación y me adentre por el pasillo. Oí un ruido y me escondí
detrás de la pared. Me asome y vi a la persona que estaba buscando.
Todo parecía normal estaba sacudiendo una toalla y metiendo la en el
cestón de la ropa sucia. Retrocedí para atrás, cuando escuche otro
ruido, era como una especie de zumbido. Volví a mirar y descubrí que
venia de su barriga. Algo que al parecer tenia dentro le estaba
vibrando. Me sonó el móvil y se dio la vuelta. Mientras lo intentaba
apagar venia hacia donde estaba escondida. No sabia que hacer, así que
me escondí en un cuarto que tenia detrás. Cuando deje de oír los pasos
salí y vi que no había nadie, se había ido y eso significaba que le
había perdido la pista. Volví a andar por el pasillo y la volví a
encontrar. Estaba parada delante de una especie de cuadro. Estaba
quieta, parecía hipnotizada. No veía muy bien de lejos, pero pude
divisar un poco el cuadro. Parecía un barco, con un capitán y su
tripulación apunto de izar la bandera. Y una especie de craqueen
subiéndose por el barco. Quito el cuadro y había como una pequeña
abertura en la pared. Se metió dentro, no se como, pero se metió. Fui
detrás y me metí yo también. Camine por un sendero lleno de luces y y
cosas pringosas pegadas a la pared. Me dio mucho asco pero seguí
caminando. Llegué a una sala donde hallé a la señora de la limpieza
mirando una especie de cofre. Lo abrió y salio un craqueen, el mismo
que me había parecido ver en el cuadro. Seguí allí espiando y descubrí
que había hecho un pacto con el diablo para permanecer siempre joven.
Lo que no entendí era lo del craqueen, pero tampoco quería quedarme
allí para averiguarlo. Al menos había descubierto su secreto. Hice un
reportaje y se lo entregué a una agencia de información. Al llegar esa
información a la agencia mandaron un equipo de la CIA en su busca y se
la llevaron a un sitio oculto para estudiarla.

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