Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

No lo soñé. Ylenia Moreno Suárez.

No lo soñé.

 

 

Aquella noche recuerdo que conseguir dormirme me costó bastante... estoy segura de que en mi mente vivía aquel pensamiento desde siempre, desde que lo conocí.

Jamás me había pasado una cosa así... ver a una persona y saber que sería para mí; y así fue.

Recuerdo que esa noche decidí acostarme temprano, ya fuera por el sueño o por las ganas que tenía de descanzar, había sido un día duro de trabajo... me tumbé en aquella habitación oscura e inértil, sin ni siquiera tener la fuerza suficiente como para rodearme de una manta... con la esperanza de que fuera ya la mañana siguiente.

Entre pensamiento y pensamiento, no sé cómo ni cuándo, el sueño me ganó la batalla... recuerdo que en mi subconciencia se hayaba algo inusual, algo inexplicable...

Todo comenzó en un sitio lleno de luz, de esplendor... me encontraba sola, con apenas una sábana blanca y suave a mi alrededor... sentía como flotaba a la vez que caminaba hacia un punto fijo.

Cada paso me acercaba más y más hacia dicho punto, como por un camino trazando anteriormente notaba mis pies deslizarse con la ligereza de una pluma...

Llegué a una zona, que recuerdo, era tan luminosa como un día de pleno Sol, en pleno Agosto veraniego.

Todo a mi alrededor parecía infectado de luz, y aún siento toda esa intensidad de gusto y a la vez de extrañez en mi cuerpo.

Poco después de haber permanecido en aquel lugar inóspito, decidí seguir avanzando.

Era extraño... era como si pudiera sentir la presencia de alguien siguiéndome; decidí detenerme y girarme. No divisé más que aquella intensa luz y todo el camino que habían hecho mis pies descalzos.

Aquella noche, recuerdo que sudé como nunca había sudado en mi vida...

Seguí caminando y caminando hasta que creí morir del cansancio... pero no de ese cansancio que tenemos cuando algo nos produce desaliento o sentimos que nuestro cuerpo nos grita ¡basta!... no.

Hablo de ese cansancio de perder la esperanza, de creer que no llegas hasta donde quieres llegar. No me rendí... supongo que aquella noche tenía las suficientes fuerzas o ganas de seguir soñando.

Más tarde, después de andar y andar recorriendo gran parte de aquel lugar, decidí parar a beber agua, sí, agua... no me preguntéis de dónde o cómo la conseguí, pero recuerdo detenerme y beber agua que derepente apareció entre mis manos.

Supongo que eso que dicen de que los sueños son cómo y dónde nosotros queramos es cierto y que soñamos lo que queremos soñar.

El caso, como iba contando, es que después de beber agua y coger aliento e impulso seguí la marcha.

Ahora que me paro a pensar... mi sueño fue simple, se trataba de caminar entre la nada.

Después de un momento, cuando creía no poder más, llegue como al final del camino... me era imposible seguir avanzando, algo, no sé el qué, me lo impedía, me impedía avanzar.

Me detuve, y justo en ese momento, alguien frenó en seco al chocarse con mi cuerpo, sentí sus manos tocándome la piel... giré bruscamente y enfrente, lo tenía a él, sí, era él.

La persona con la que me hubiera gustado emprender el camino desde el principio, con el que quería soñar todas las noches, con el que quería ir de la mano, juntos, a donde fuese, cuando fuese, pero juntos.

Y vuelvo y digo que los sueños se crean con restos que nuestra mente desecha por falta de hueco... que soñamos donde, cuando y  con lo que queremos.

Siguiendo con el sueño les digo, que cuando me quise dar cuenta y hablar o decirle algo... sentí desaparecer, sentí desaparecer todo a mi alrededor, como todo se desvanecía.

Había despertado... y lo más increíble, fue lo que me pasó luego... llamé a la persona con la que había soñado y lo primero que me dijo fue ''no estabas soñando''.

Y así fue... no lo soñé, no estaba soñando.

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