Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Recortamos. "Número 9". MMS. AG

"EL NÚMERO 9"

 

Cuando Samuel abrió los ojos se vio a si mismo sumergido en un fondo azul, inmerso en la más dulce tranquilidad. Destacaba ante él un objeto frágil y verde, danzante y llamativo, por el que de pronto se vio atraído. No sabía a dónde llegaría persiguiéndole, sólo sentía que debía atraparlo entre sus manos. Ignorar que su cerebro necesitaba oxígeno, que la presión del agua retrasaba sus movimientos, que su anhelo carecía de sentido… Todo aquello daba igual, y más cuando el billete fue cazado por su puño y la cara de George Washington sonrió satisfecha desde el dólar.

De repente el billete se convirtió en humo y recayó en que el mundo se había paralizado entre los escombros de la ciudad derruida. Desconocía qué había ocurrido, pero en cualquier caso su mente había decidido esconderse por unos segundos del horror que lo envolvía, de su pitido de oídos. Entre el momento en el que había acompañado al colegio a su hermano, hasta aquellos segundos, sólo existía dicha imagen: el billete acuático de un dólar.

"No quiero que me dejes aquí en el cole" retumbaba en su cabeza las palabras del pequeño Jaime, protegido por su bufanda roja y sentado ante la puerta del edificio atestado de niños. Acariciaba sus botas moteadas de estrellas como si aquello le fuera a dar suerte en su primer día de clases. Samuel suplicó para sus adentros que realmente aquello funcionara.

Caminó confundido y dando tumbos, sin recaer en los gemidos escondidos bajo los escombros y el polvo que le nublaba la vista, hasta que llegó justamente a lo que le pareció recordar que era el inmenso parque donde se había celebrado su propia graduación hacía una semana. Se vio a sí mismo lanzando al aire los birretes en honor a su reciente titulación, esa que en aquellos instantes no era capaz de recordar, y un segundo después siendo abrazado por su orgulloso tío Ricky Rubio, más conocido para el resto del mundo como "el niño maravilla", "el niño mopa" o "Ricky business". Daba igual cuántos nombres le pusieran, para él siempre sería el bueno del tío Ricky, el único capaz de regalarle su camiseta del equipo de Minnesota Timberwolves, ese en el que él jugaba como número 9.

Tropezó sobre el asfalto, en aquellos momentos gris, y se levantó como pudo retomando el paso cojeando y con las rodillas ardiendo. Agarró con fuerza la camiseta blanca que llevaba puesta, el número 9, y pensó sonriente en que cuando Jaime creciera, se la prestaría. Para cuando soñara con esa escena futura, la ambulancia ya se escucharía llegar a la vuelta de la manzana y sus mejillas ya estarían mezcladas con suciedad y lágrimas.

               

 

Recursos:

Imagen 1: Niño dentro de una piscina con un billete de un dólar (reedicion de una portada de un disco de Nirvana).

Imagen 2: Zona cero (Nueva York) llena de humo tras la caída de las Torres Gemelas.

Imagen 3: Niño pequeño, con bufanda roja y botas azules con estrellas blancas.

Imagen 4: Estudiantes con túnica lanzando los birretes.

Imagen 5: Ricky Rubio en un partido (baloncesto).

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