¿ Y si no es verdad ? ; Monserrat Alemán Vega

Llevo bastante tiempo enferma hinchada y mareada, con la piel plagada de manchas, las uñas quebradizas, el pelo que se cae y una sensación de náusea que penetra hasta los huesos. Hace dos semanas fui al médico y me hicieron bastantes pruebas.. Radiografías, análisis de sangre.. etc.

El médico llamo hoy a mis padres diciendoles que no tenía buenas noticias, que tenía cáncer y lo tenia extendido por todo el cuerpo, que todo esto iba a pasar muy deprisa ya que el maldito cáncer está bastante avansado. Tiene unas diapositivas para apoyar su argumentación. Nos las pasa como si fueran fotos de las vacaciones, señalando pequeñas manchas negras, lesiones, borrones pegajosos que flotan libres. Es como si dentro de mí hubieran dejado suelto a un niño con un pincel, un bote de pintura negra y demasiado entusiasmo.
Mis padres intentan infructuosamente no echarse a llorar, pero les resbalan unos lagrimones. El médico les explicaba que quizá respondiese a una medicación intratecal intensiva. Sigue hablando y mis padres siguen escuchándolo, pero yo dejo de oírlo.
Va a ocurrir de verdad. Realmente no voy a volver nunca a clase. Jamás. Nunca seré famosa ni dejaré nada que valga la pena tras de mí. Nunca iré a la universidad ni tendré un trabajo. No veré crecer a mis hermanas. No viajaré, no ganaré dinero, no conduciré, no me enamoraré nunca ni me iré de casa.
Es cierto, de verdad.
No es justo. No quiero morir así. No antes de vivir realmente. Todo me parece muy claro. Me siento casi esperanzada, lo que es una locura. Quiero vivir antes de morir. Es lo único que tiene sentido.
Y derrepente vuelvo a ver el despacho con claridad.
El médico contínua hablando, ahora sobre pruebas con drogas que seguramente no me ayudarán a mí, pero que podrían ayudar a otros. Mi madre llora en silencio y yo miro por la ventana y me pregunto por qué la luz parece estingirse tan deprisa. ¿Qué hora es? ¿Cuánto tiempo hace que estoy aquí sentada? Mi reloj marca las tres y media y el día ya casi ha acabado. Cómo pasa el tiempo. Pronto será Halloween, Después la navidad. Pascua. Y luego mi cumpleaños...
¿Hasta cuándo podré aplazarlo? No lo sé. ¿Y si no es verdad? Ojalá no lo fuera, me quedan tantas cosas por vivir y experimentar que no quiero que esto acabe aquí sin más...