Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Al volver la esquina. Alba D.G: Gran Canaria

Una noche de verano, con ese calor que se pega al cuerpo y hace que sea muy molesto realizar cualquier cosa, donde la gente de aquel pueblo costero se había echado a la calle para coger un poco de fresco de la noche e incluso algunos se atrevían a bañarse a orillas del mar. Reinaba la tranquilidad. Ana no se imaginaba ni por un instante, que esa noche que se encontraba con sus amigos, dando un paseo por la arena, cambiaría su apacible vida.

Esa noche la había pasado con los amigos del pueblo, que llevaba tiempo sin ver, dado que su familia vivía en la ciudad. Habían ido a comer algo en la avenida marítima, en el restaurante italiano de siempre. Después, recorrieron la playa completa a pie e incluso alguno de ellos pensó para sí bañarse en ropa interior, pero como inevitablemente el tiempo pasa, ya no tenían la misma confianza entre ellos para hacer ese tipo de cosas.

Ana, soñaba con que el tiempo no pasara, y que siempre pudiera estar allí rodeada de sus amigos y en su lugar preferido, la playa de su pueblo, el sitio donde había aprendido a nadar, donde tenía sus amigos y a su verdadera familia.

Después del paseo por la playa el grupo de amigos decidieron ir a la plaza y pasar allí un buen rato para recordar viejas historias y contarle a Ana las nuevas anécdotas ocurridas en su ausencia. Pero antes de llegar, al volver la esquina vieron como un hombre que intentaba acuchillar a una chica. El hombre al verlos hecho a correr. El miedo que sintieron les paralizó. No sabían que hacer. Ana se acerco a la chica le tomó el pulso y llamo a una ambulancia. Fue con ella hasta el hospital. La acompaño toda la noche hasta que despertó. Estuvieron hablando mucho rato. La chica se llamaba Sonia tenia su misma edad y no era del pueblo. Había venido de vacaciones al pueblo y aquel hombre se había ensañado con ella por negarse a darle su cartera.

Se hicieron amigas enseguida, Sonia salió de hospital dos semanas después del incidente, en ese tiempo ya todos los amigos de Ana eran también sus amigos.

El verano después de aquella noche cambió su rumbo, ya que, la familia de Ana decidió instalarse en el pueblo de nuevo, ya que, a su padre le surgió un trabajo en un bufete de abogados, y estaba encantado con la idea de poder ejercer su profesión en un lugar sin tanta presión como en la ciudad en que vivían.

La familia de Sonia, a pesar del incidente ocurrido habían pasado unos días fantásticos en el pueblo, estaban muy contentos con el trato de la gente del pueblo, de su hospitalidad y su trato tan agradable. Los padres de Sonia se plantearon la posibilidad de instalarse en el pueblo, y como tenían conocimientos de negocios de hostelería decidieron instalarse en el pueblo montando un negocio, exactamente una pizzería.

Una vez instalados los padres de Sonia, ésta se matriculó en el mismo instituto que Ana. Con el tiempo se creó entre ellas tanta complicidad y una amistad increíble



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