Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

Al doblar la esquina- Fran Ramos López - Gran Canarias

Todo ocurrió uno de los mejores veranos de mi vida donde conocí a aquella chica tan hermosa. La conocí mientras yo iba hacia mi casa pensaba en encontrarme con esa chica que tanto deseaba, pero sabía que era imposible de encontrármela y poder hablarle, porque siempre he sido un poco vergonzoso y sabía que no sería capaz de hablarle y por eso es que me da un poco de corte verla porque haría el ridículo delante de ella y pasaría de mí para siempre.

Entonces mientras pensaba todo esto, iba caminando por la calle y llegue a una esquina y la doblé y me tropecé con una chica joven y me quedé todo preocupado porque le había tirado todas sus carpetas y libros al suelo ya luego al ver quien era me quede de piedra no sabía que hacer ni que decir entonces le pedí perdón, le pregunte que como se encontraba después de haberle recogido sus cosas del suelo, entonces ella me contesto con esa voz de ángel que tiene que no pasaba nada que se encontraba bien. Luego de haberme contestado como se encontraba seguí para mi casa con una sonrisa dibujada en mi cara por haber podido hablar con ella. Al día siguiente la vi sentada sola en un banco del parque y decidí de ir a sentarme junto a ella y hablar, pero no sabía que hacer porque tenía vergüenza pero entonces pensé que si iba y me sentaba con ella e intentaba hablar con ella no perdería nada que no tenía por qué tener vergüenza. Así que fui y me senté al lado de aquella chica en la que pensaba sin parar, ya una vez sentado le hablé y nos fuimos conociendo poco a poco y me cayó demasiado bien y creo que a ella también le caía bien. Y cada vez que veía su sonrisa mientras le hablaba me enamoraba cada vez más. Pasaron los días y siempre nos dejábamos ver en el mismo banco, un día ya no podía mas y tuve que decirle que me había enamorado de ella que si ella no sentía lo mismo por mi daba igual que había sido esas semanas junto a ella de las mejores de mi vida que nunca había sido tan feliz, entonces ella me dijo que también sentía algo por mi , ya ahí yo me quede sorprendido y no puede aguantar mas y se lo pedí que si quería salir conmigo, ella respondió a esto que sí.

Y desde ahí no nos hemos dejado de ver nunca. Así fue como nos conocimos ella y yo aquel verano.

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