Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

Lo ví en el metro. Yarince. Gran Canaria.

Era una noche clara, despejada, incluso placida. Me sentía confusa mientras paseaba en Las Ramblas de mi amada Barcelona. Nunca debí irme, lo tenía toda aquí. Tenía un buen trabajo, un piso sencillo y pequeño pero con cierto encanto que me daba sensación de estar protegida y hasta tenía a mi alma gemela, y no es que crea que dos personas pueden estar predestinadas a estar juntas ni que solo existe una persona ideal pero, Carter marcó la diferencia, el cambio mi vida. Por esa razón me costó tanto dejarlo, pero cuando me ofrecieron un proyecto de investigación en la prestigiosa universidad de Yale… Bueno, digamos simplemente que había mucho dinero de por medio y mi familia no iba a aceptar que rechazara esta oportunidad única. Ellos pensaban desde el principio que Carter no me convenía, al fin y al cabo solo era un conductor de metro que apenas llegaba a fin de mes…

 

Ahora pienso que fue un error, es Navidad, llevo dieciocho meses en el proyecto y me va bien, voy a visitar a mis padres en estas vacaciones, pero desde que me mudé he estado perdida, hago siempre las mismas cosas el proyecto no me deja tiempo para nada y para ser sincera le echo mucho de menos…

 

Pasear por aquí me tranquiliza hace que me sienta en casa.

 

Bajé las escaleras que conducían al metro y compré un billete a la avenida donde vivían mis padres. Por fin llegó el metro me dio tanta nostalgia. Me senté al lado de la ventanilla, el metro cerró su puerta preparado para salir y entones fue cuando lo vi, sentado donde solía sentarse en su hora de descanso, mi cabeza se llenó de emociones. Pensé en salir pero era tarde, el metro empezaba a moverse. Fue como perderlo por segunda vez, nunca olvidaré ese momento. Al día siguiente volví pero no estaba y después de preguntar al gerente supe que había dejado el trabaje justamente ayer. No lo volví a ver.

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